Cada día que vivimos, completa un círculo: nos levantamos por la mañana de nuestro lugar de descanso; luego, pasamos el día cumpliendo nuestras metas y superando los obstáculos que la vida pone en nuestro camino; y, cuando llega la noche, regresamos a nuestro lugar de descanso. Tratamos constantemente de mejorar este círculo. Vamos a trabajar o vamos a la escuela. ¿Por qué? Porque así es como completamos mejor el círculo. Intentamos tener la mejor vida. El estudio nos da conocimiento que podemos aplicar para ganarnos la vida. El trabajo es el recurso que usamos para ganarnos la vida. El estudio diligente y un buen trabajo dan como resultado un buen patrón o 'poome-sae' en nuestra vida. El círculo no solo se ve en la actividad diaria, sino también en toda nuestra vida. Venimos del polvo de la tierra y nuestros cuerpos vuelven al polvo de la tierra. Durante el lapso entre el nacimiento y la muerte, nos movemos a lo largo de la vida estableciendo y logrando metas. Ésta es la razón por la que todas las fórmulas comienzan y terminan en el mismo lugar ", dijo el Gran Maestro.

Continuó: "A medida que completamos cada fórmula, debemos imaginarnos dibujando un círculo a mano alzada. Nadie puede dibujarlo perfectamente la primera vez. Solo tratamos de cerrar el círculo y luego lo ajustamos y refinamos para hacerlo perfecto. Es de la misma manera que debemos enfrentar la vida. No la vamos a hacer perfecta. Sin embargo, podemos esforzarnos por corregir los defectos a medida que avanzamos. Debemos completar el círculo, el 'Círculo de ganadores'. “Si un estudiante no es consciente del lugar para comenzar o terminar su fórmula, ni tiene un plan de acción para pasar por el proceso, ¿cómo puede el estudiante lograr el resultado deseado? Lo mismo ocurre con el éxito en la vida. Aquí están las palabras del Gran Maestro Lee sobre esta filosofía : "Si una persona no sabe dónde comenzar o dónde terminar en la vida (establecer metas), entonces esa persona se confundirá cuando se le dé a elegir entre dos caminos."